jueves, noviembre 20, 2008

La Colombia de 1945: germen del actual conflicto colombiano.

LA COLOMBIA DE 1945: GERMEN DEL ACTUAL CONFLICTO ARMADO.

Por María Camila García Solano

1. Presentación.

Luego de una lectura del capítulo “país de ciudades” contenido en el libro País fragmentado, sociedad dividida de los autores Safford y Palacios, en principio uno puede decir que desde la independencia, la sociedad colombiana no había experimentado cambios tan “cargados de consecuencias como los sucedidos después de 1945”[1]. Aumento y redistribución geográfica, urbanización sustancial; industrialización y despegue de la agricultura capitalista en algunas áreas del país, entre otras evidencias, que pueden señalarse como importantes.

Llama la atención cuando el autor en cita expresa que “nueve frentes de colonización se ampliaron en la segunda mitad del Siglo xx y hoy forman el país traumático de guerrillas, paramilitares en disputa de territorios que producen divisas: coca, petróleo, oro, banano”[2]

Dentro de ese contexto se hace este escrito, planteando el siguiente interrogante: ¿Hasta qué punto se puede decir que el fenómeno geopolítico colombiana gestada desde 1945 es germen del actual conflicto armado existente en Colombia?

En consecuencia como los factores predominantes en Colombia a partir de 1945, fueron la transición demográfica, urbanización, reforma agraria y la colonización, revisaremos en que medida son fuentes de vertientes de la violencia colombiana.

2. Transición demográfica y urbanización

Colombia durante las últimas cinco décadas, ha venido experimentando el proceso conocido como transición demográfica, es decir, después de tener durante un largo período de tiempo altas tasas de fecundidad y mortalidad, inicia el descenso de tales tasas a niveles bajos por lo que se puede concluir que Colombia se encuentra en la "fase plena" del proceso de transición.

En el siglo xx la población colombiana se multiplicó por diez, al pasar de cuatro millones en 1900 a más de 42 millones de habitantes en el año 2000. El país pasó de tener una tasa de crecimiento baja y casi constante durante las primeras tres décadas (s. XX), a una tasa de crecimiento baja y decreciente a finales de siglo. Así, la población colombiana empieza y termina siglo con un crecimiento similar: alrededor del 2% anual”.

Sin embargo, el bajo crecimiento de la población al inicio fue el producto de unas tasas de natalidad y mortalidad altas y constantes; mientras que el bajo crecimiento de finales se debió a unas tasas de natalidad y mortalidad bajas y decrecientes.

Tres primeras décadas del siglo XX. Alta natalidad (42 por mil) y mortalidad (23 por mil), un crecimiento bajo y constante (2% promedio anual). 1940’s y 50’s: La mortalidad baja de 20 por mil en 1938-1951, a 13 por mil en 1951-64 y la fecundidad sigue alta. Crecimiento alto (3%). 1960’s en adelante: Bajas tasas de natalidad y mortalidad. La tasa de crecimiento vuelve al nivel de comienzos de siglo.

El avance de la transición demográfica en Colombia ha generado un proceso de envejecimiento, el cual debe ser visto como el resultado de un cambio importante en la composición por edades, derivado de una menor participación de población infantil como consecuencia del descenso de los niveles de la fecundidad. Si bien este proceso ha sido acelerado, igual en el promedio de América Latina, al tener en cuenta las dinámicas por departamento y, aún más, por municipio, la transición demográfica a estos niveles mantiene rasgos de heterogeneidad correlacionada con los diferenciales de desarrollo que se observan entre los entes territoriales.

Por su parte, a urbanización, considerada como el proceso de concentración de la población en un número reducido de núcleos, es, junto con la modernización de la sociedad y la industrialización, uno de los fenómenos sociales más característicos del siglo XX, que encuentra su iniciación a partir de 1945.

Colombia, desde mediados del siglo pasado, como la mayoría de los países de la región, ha estado afectada por el proceso de urbanización. Pasó de ser un país con alta concentración de población en la parte resto a tener cerca del 75 por ciento de sus habitantes residiendo en los núcleos urbanos. En efecto, si tenemos en cuenta los censos de 1938 y 1951 (Tabla 1), más del 60 por ciento de la población colombiana residía en la parte resto, proceso que se empieza a revertir a partir de 1964 y que se acelera a partir de 1985.

En esa medida es claro que el proceso de urbanización y transición demográfica tiene una gran incidencia en los cambios culturales, composición de los hogares, tipología y características de las viviendas, mayor educación, acceso a salud, entre otras demandas sociales, para cuya focalización se requiere el adecuado conocimiento de la dinámica poblacional y sus variables determinantes.

3. Reforma agraria

Un fragmento de una lectura que recientemente hice me dejo pensando sobre la relación entre tierra y violencia en Colombia. Este texto es el que sigue:

“Aquí por Puerto Parra, Puerto Boyacá y hasta la Dorada (zona sur de la región del Magdalena Medio), todas estas tierras eran de nuevos patrones. Si uno le preguntaba a los campesinos que de quién eran esas tierras, ellos decían que eso era del Patrón (Alusión hecha al extinto narcotraficante Pablo Escobar) lo que él poseía se acababa hasta donde a uno se le acabara la mirada… y por ahí mismito, nos tocó salir a muchos campesinos que por no tener recursos nos vimos obligados a vender lo poco que teníamos. Eso fue mucha la plata que esa gente invirtió en tierra. Después vino el ganado, la construcción de hoteles y la plata se comenzó a ver por todas partes (…) El campesino vendía y se iba para los municipios a dedicarse al comercio, otros cedían su pedacito de tierra, el rancho y conseguían trabajo con los nuevos patrones (…) así terminamos muchos campesinos dedicados al ganado o para la seguridad de las fincas…los otros se fueron a producir el oro blanco pues ya se veía venir la bonanza de la coca. El resto ya lo vivimos todos…”.[3].

La pregunta es que fenómeno agrario de dio a partir de 1945 hasta llegar al concepto que trasluce en el párrafo leído. Es importante destacar que casi 40 años después de expedida la reforma agraria de 1936 la concentración de la propiedad de la tierra en Colombia sigue siendo una de las mas grandes en el mundo y eso es lo que ha agudizado los problemas derivados de la polarización social. Mucha tierra agrícola o potencialmente agrícola se desvió y se ha desviado hacia el engorde de ganado. Por ejemplo, las políticas redistributivas a cargo del INCORA fueron neutralizadas por otras políticas oficiales, que a demás de responder al poder de los terratenientes, eran mas fáciles de instituir. Las políticas castigaron la producción campesina imponiendo controles sobre los precios de alimentos.

En efecto, hoy vemos que la compra de tierras no sólo elevó la concentración de la propiedad, recomponiendo el latifundio, sino que ha contribuido al desplazamiento forzado de campesinos hacia las ciudades y hacia las zonas de colonización.

Muchas de esas tierras se dedicaron a la ganadería extensiva sustituyendo el uso que tenían en actividades de economía campesina, agricultura o como área de bosque, fortaleciendo desde esta perspectiva el latifundio.

Aparte de las anotaciones anteriores, por ejemplo vemos como la Ley 160 de 1994 en cuanto a la figura de las zonas de reserva campesina que se reglamentan, pero que suscita una serie de controversias esa modalidad está dirigida a estabilizar los asentamientos de pequeños productores, con restricciones para la venta de los predios a fin de neutralizar la concentración de la propiedad, buscando de esta manera, configurarse en espacios dentro de la frontera agrícola, como acceso a los mercados y a potenciales desarrollos agroindustriales.

No obstante, dicha alternativa, deseable para el desarrollo económico y social del campesinado, plantea el interrogante de cómo hacer efectivo el control de la concentración de la propiedad en su interior. Por otra parte, solamente en la medida en que se configure un nuevo escenario político, favorable a una democracia efectiva de la economía agraria, que facilite la generalización de modalidades de proyectos productivos regionales con articulación efectiva a los mercados en el interior de la frontera agrícola, a través de la combinación del mercado de tierras y las zonas de reserva campesina, puede vislumbrarse la posibilidad de estabilizar a las poblaciones que continúan desplazándose hacia los bordes de la frontera agrícola.

4. Colonización

La colonización ha sido la forma como la Nación se ha formado, como ha reaccionado a la concentración del poder y de la tierra, a las desigualdades. Encierra la historia nacional porque tiene una dinámica propia. Comienza a ser un proceso de apertura de la selva, pero termina siendo un proceso de concentración de la tierra y por lo tanto siempre está acompañada de violencia.

Colonización y violencia están ligadas. Usualmente uno toma en cuenta a los campesinos, pero no a los colonos; a la sociedad rural, pero no esa expansión, que son las áreas de frontera, justamente donde la guerrilla se fortalecía históricamente, pero también donde nació el cultivo de la coca, en esas condiciones de colonización. Los últimos 25 años de la historia nacional están jalonados por esos dos fenómenos: la guerrilla y la coca. Aunque los tratan como un solo fenómeno, son dos realidades distintas: el cultivo de la coca nace de unas condiciones sociales y económicas, y la guerrilla tiene un condicionamiento adicional que es la condición política.

Conclusiones

La violencia en general y más una violencia de los alcances que ha visto la colombiana, es el resultado de un complejo número de causas. A pesar de la inexistencia de una explicación única, existe se observa, entre otros, los siguientes:(i) Fallas importantes en el funcionamiento de los procesos democráticos que han llevado a que grupos numerosos de la población se sientan excluidos del manejo de las cuestiones públicas, discriminados en el ejercicio de la justicia, desprotegidos en la seguridad personal. Y (ii) una matriz de gran importancia es la diferencia que se da cuando grupos cerrados se apropian de espacios y bienes públicos para su propio provecho utilizando la fuerza para adueñarse de los factores de acumulación y de riqueza. Estas dos explicaciones parecen concentrarse en la raíz de buena parte de la violencia que se ha dado en Colombia desde la posguerra.

No es un evento casual que la violencia tiende a reproducirse con más probabilidad y profundidad en sectores o zonas con altas posibilidades de acumulación económica, detentación de tierras y con presencia débil del Estado. Sin embargo, en las zonas y grupos de población con niveles altos de violencia, los pobres son las principales víctimas. Las desigualdades existentes para que las personas y las familias utilicen su potencial para alcanzar las condiciones deseables de calidad de vida, favorecen la reproducción de la violencia. La presencia de los grupos armados es indudablemente un elemento generador de violencia y esa presencia deriva su origen en gran medida en las transformaciones geopolíticas, económicas y sociales producidas con posterioridad 1945.

El concepto claro, concreto y definido de desarrollo económico se empezó a discutir, nacional e internacionalmente a partir de 1945. Antes de 1945 existían diversas concepciones relacionadas con el tema del progreso en términos económicos. En su sentido más amplio, la búsqueda de la modernización, entendida como el conjunto de factores políticos, culturales y económicos que definen un país como moderno.

Por lo expuesto, ante el interrogante planteado en el sentido de ¿hasta qué punto se puede decir que la estructura geopolítica colombiana gestada desde 1945 es germen del actual conflicto armado existente en Colombia? Se puede afirmar que dadas las grandes transformaciones anotadas, acaecidas en esa época vital en nuestra historia, para el caso colombiano realmente a partir de allí se pueden anotar las “causas objetivas” y variables de carácter político que tienen una notable influencia determinante de la violencia de nuestros tiempos.

Bibliografía.

Palacios, Marco, Frank Safford. 2002 Colombia. País fragmentado, sociedad dividida. Su historia, Editorial Norma. Pág. 551


[1] Palacios, Marco, Frank Safford. 2002 Colombia. País fragmentado, sociedad dividida. Su historia, Editorial Norma. Pág. 551. “Cambios demográficos, sociales y económicos influyeron en la mayor participación de ingresos y gastos del Estado en el PIB, en la expansión de las burocracias estatales y la creación”

[2] Op. Cit. 551

[3] Reyes Posada Alejandro. El narco feudalismo armado. En: Revista Estrategia Económica y Financiera, n° 242, págs. 36-38.