sábado, mayo 19, 2007

Manuel Murillo Toro - Ramírez Hermida

Manuel Murillo Toro

Por Néstor Mauro Ramírez Hermida

Al ya haber hablado en una medida más amplia de la vida del Señor Manuel Murillo Toro, ahora me centraré más a fondo en su recorrido por la presidencia de Los Estados Unidos De Colombia.

Civilista y conciliador, Manuel Murillo Toro llegó al poder por primera vez en 1864-1866, y luego en 1872-1874. Gracias a su espíritu sereno, a su tacto de administrador y a su enorme visión progresista, pudo desarrollar uno de los mandatos ejecutivos más célebres de la historia colombiana, celebres por que Murillo logro la pacificación, tras la guerra de tres años, mantuvo buenas relaciones del Estado con la Iglesia, restauro la hacienda pública la cual se encontraba trastornada por la guerra, aplico durante sus mandatos los principios democráticos-radicales de la Constitución de Rionegro, defendió la libertad de prensa e independencia de la misma.

Durante la convención de Rionegro expedida por la constitución de 1863 que eligió como presidente, con periodo hasta el 1 de abril de 1864, al general Tomás Cipriano de Mosquera. En esta elección realizada por la convención Murillo obtuvo un voto.

Para empezar fue Tomás Cipriano de Mosquera quien cedió, si se puede decir así, la presidencia a Murillo Toro, ya que en esa época se respiraba en el liberalismo un aire de reelección hacia Tomás Cipriano.

Como resultado de las elecciones, Murillo Toro fue elegido presidente de los Estados de la unión colombiana con seis votos.

Murillo toma posesión como presidente el 10 de abril de 1864 y de inmediato dio a conocer su posición sobre el federalismo, sin distanciarse de este sistema, Murillo advertía que esta forma de gobierno se prestaba a muchas dificultades en las relaciones de la nación como las entidades seccionales, por la tendencias usurpadoras de la una sobre la otra.

En Murillo Toro se encuentra el alma de un hombre reformista, por esto le fue dado, gracias este carácter, el sobre nombre de “el secretario reformador” durante el mandato de José Hilario López de la cual hizo parte el gabinete; a demás de su carácter reformista, por otro lado, era propio en Murillo el carácter de humanidad.

Para resumir puedo decir que en Murillo existió el aplomo, la complejidad y el sobrio verbo de los dirigentes civilizadores de otros países.

Como reformador logro durante sus presidencias, la abolición de la esclavitud, libertad de imprenta, libertad de palabra de conciencia y de culto, estableció la federación, extinción de los monopolios, expedición de los códigos penal, civil, judicial y fiscal de la Unión, entre otros muchos actos de trascendencia política y social, fueron obras que, se debieron a la acción inmediata y directa de Murillo, tuvieron apoyo decidido o su decisiva colaboración. Según Ignacio Arizmendi Posada, de su obra de gobierno se puede resumir lo siguiente: fundó el Diario Oficial como instrumento básico para divulgar los actos más importantes de la gestión encomendada; introdujo el telégrafo, uno de los pasos más trascendentales para el progreso del país; ordenó la elaboración de los primeros mapas de nuestro territorio, basándose en los útiles trabajos de la Comisión Corográfica, en cuanto a su segundo gobierno, Murillo trató con éxito el problema viejo de la deuda interna y externa de la Nación, que logró reducir notablemente, lo que permitió adelantar obras públicas, en este gobierno se adelantó la navegación por el Magdalena, se inició la construcción del ferrocarril de Buenaventura, Bogotá contó con iluminación pública de gas.

Otros de los grandes rasgos de Murillo Toro es el del político practico, fue reconocido incluso por sus contradictores, esto le sirvió para desempeñarse como administrador realista y positivo, esto explica su instinto polemista, y aun su apelación a las provocaciones tácticas las cuales le servían para solucionar problemas públicos que con él debatían.

También se ve en Murillo el espíritu de hombre tolerante que siempre animó sus actos, este espíritu tolerante lo refleja en la carta dirigida a los directores del periódico de oposición “El Independiente” ya que estos en su primera edición denigraron del liberalismo en general y después contra el jefe de gobierno, a esto Murillo respondió, que sentía digno placer al leer la primera edición del periódico ya que en condición de liberal es muy gratificante que sus adversarios hagan uso de las facultades liberales que consagran la constitución, además de hacer uso de uno de sus más luchadas creencias que como es la libertad de prensa, como también dio la orden a su secretario para subscripción al diario para ser repartido a los principales empleados de su administración.

Durante su administración Murillo se centro en aplicar especialmente e implantar en la república el régimen democrático y radical, completamente nuevo, que estableció la constitución de Rionegro; a rehacer la Hacienda Pública trastornada por la revolución; restablecer las relaciones con las naciones amigas, buscando la simpatía para el nuevo gobierno hasta en países regidos por gobiernos conservadores; y a contener las heridas causados por tres años de batallas.

El respeto por la federación se ve más amplio en Murillo Toro, durante la revolución de Antioquia, en donde el Estado de Antioquia era gobernado por Pedro Justo Berrío, de línea conservador; Murillo recibe peticiones de los liberales para derrocar el nuevo gobierno conservador en dicho estado, pero Murillo desde el balcón de San Carlos, les contestó que agradecía la manifestación popular que se le hacía y prometió que actuaría enteramente de acuerdo a la constitución y conforme a los más sanos principios democráticos y liberales; más tarde se presentan nuevas revoluciones como la revolución local en el Estado de Bolívar.

Estos casos, confirmaban las desventajas del federalismo, al principio proclamadas por Murillo de curar los males de la libertad con libertad misma, fue suficientemente justificado.

En lo religioso Murillo desde la presidencia solo velaba por cumplir la ejecución de la ley, y siendo la primera de las leyes de la constitución, es esta asegurada a los colombianos “la profesión libre, pública o privada, de cualquier religión”.

Murillo demostró su actitud frente a la religión en una carta enviada a un grupo de mujeres de la alta sociedad, en la cual expresa que nunca tuvo un disgusto por razón a que sus ciudadanos adoraran a Dios. Su intervención cesó de manera completa cuando se independizaron la Iglesia y el Estado.

En cuestión de relaciones exteriores durante su gobierno, el cuerpo diplomático se fijó en cuatro legaciones, una en Europa, para atender a los países con los cuales se tenían relaciones; una en los Estados Unidos; una en Lima como también en Ecuador y Chile.

En asuntos económicos Murillo Toro fue prudente en mantener el crédito extranjero abierto, por esta razón fue cumplido en los pagos a los préstamos, otras de sus iniciativas importantes en asuntos económicos fue la iniciativa de la fundación de un banco de emisión. La ley 13 de mayo de 1864 autorizó el poder ejecutivo.

A pesar de las ventajas que ofrecía la ley a los banqueros ingleses, no fue posible realizar el propósito del legislador, que los banqueros querían que el banco no tuviera carácter nacional, sino que operara en Colombia como una sucursal de un banco ingles, el gobierno se abstuvo, en esas circunstancias, de delegarle el privilegio de emisión y de dar a sus billetes poder deliberatorio

Por otro lado la faceta de Manuel Murillo Toro que más se destaco durante su vida fue la de conductor político, el caudillo netamente civil. Antonio Pérez Aguirre dijo, acerca de Murillo Toro que siempre representó la normalidad en el gobierno y la tolerancia política y religiosa. Todos los sectores políticos lo respetaban incluso sus dirigentes reconocían en él talento de escritor convincente y sagacidad política.

Su muerte a finales de 1880 supuso el fin de la influencia de las ideas liberalista radicales en el gobierno de la nación, dando paso a gobiernos conservadores durante al menos 50 años.

Ya para finalizar, podemos ver en el recorrido de sus periodos presidenciales que Manuel Murillo Toro fue, ante todo, un administrador positivo y realista, pero siempre de signo reformista; sus tesis a menudo fueron avanzadas para la época.

Bibliografía

http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/murimanu.htm

Autor: LUIS OCIEL CASTAÑO ZULUAGA

BOTERO RESTREPO, JUAN. Manuel Murillo Toro. Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1978. MURILLO TORO, MANUEL. Obras Selectas. Compilación y presentación, Jorge Mario Eastman. Colección Pensadores Políticos Colombianos. Bogotá, Cámara de Representantes, 1979. PEREZ AGUIRRE ANTONIO. Los Radicales y la Regeneración. Bogotá, Cromos, 1941. TORREZ ALMEYDA, JESUS. Manuel Murillo Toro, caudillo radical y reformador social. Bogotá, Printer Colombiana, 1985.

Autor personal: Bateman D. Alfredo

Titulo: Manuel Murillo Toro

Publicación: Academia Colombiana De historia, Bogota 1978

Descripción: 185p

 
Autor personal: Eastman, Jorge Mario
Titulo: Trece pensadores del liberalismo social : : Manuel Murillo Toro, José Maria Rojas Garrido, Rafael Uribe Uribe, Alejandro López, Jorge Eliécer Gaitan, Luís Eduardo Nieto Arteta, Alfonso López Pumarejo,Eduardo Santos, Hernán Toro Agudelo, Juan Lozano, Fabio Lozano Simonelli, Darío Echandia y Roberto.
Pie de imprenta: Bogota  Dirección Nacional Liberal, 2000
Descripción: 237 Páginas 
Materia: LIBERALISMO -- COLOMBIA -- SIGLO XXI -- XX, COLOMBIA -- POLITICA Y GOBIERNO.
 
 

Autor: Torres Almeida, Jesús Clodoaldo.

Titulo: Manuel Murillo Toro caudillo radical y reformador social

Pie de imprenta: ediciones intermedio círculo de lectores

Descripción: 450 Páginas