viernes, mayo 18, 2007

Los comuneros (Arciniegas) Castro

LOS COMUNEROS

Por Edgar Fernando Castro Arévalo

Después de haber realizado las entregas anteriores, que me van a servir de soporte para poder así cumplir con el objetivo, se concebirá a continuación la labor de efectuar en este ultimo ensayo, en que se trataran como temas fundamentalmente, el de los antecedentes y consecuencias respectivamente y, colateralmente el de algunas influencias que tuvo este gran revolución.

Hablando en un aspecto muy general el libro los comuneros, libro escrito por German Arciniegas, es fundamental ya que se dice que es el libro del pueblo, el libro que relata como empezó realmente la independencia.

Se dice que los alzamientos de la plebe, como dije anteriormente, a mediados del siglo XVIII indican que mucho antes de estallar la guerra de independencia había en el pueblo un fenómeno de rebeldía y un deseo de emancipación que condujo a una de las mas grandes revoluciones que han podido existir en América. Y que sin este antecedente ya mencionado seria imposible establecer o explicar de cierta forma la inmediata recepción que se dio en 1810 a los caudillos que hicieron un llamamiento a la guerra.

La villa del Socorro fue el epicentro comercial de la comarca, sus industrias y manufacturas las cuales eran las más grandes en el Nuevo Reino de Granada, sustentadas en el cultivo de algodón para la elaboración de lienzos y mantas, producción de añil para pintura, tabaco y fábricas de cigarros, fique y manufacturas de alpargatas; caña dulce, etc. donde argumentamos de igual forma que la Villa del Socorro mencionada inicialmente fue el núcleo esencial que desencadeno lo que llamaremos la Revolución de los Comuneros.

German Arciniegas comienza en su libro los comuneros identificando los reyes. En esta capitulo a mi forma de ver compara las dinastías inglesas, francesas, etc., con la españolas refiriéndose a estos, los reyes españoles, de una manera despótica; haciéndonos entender que no eran lo mejor y los mas imprescindibles para la forma de gobernar. Un ejemplo de lo que se puede dar en consonancia con lo dicho anteriormente es que la riqueza de esa época, de las colonias americanas residía en la riqueza humana; es decir, el vasallo es el único que produce, y que desde ya hace dos siglos y medio España tiene de haberse instalado en América, y no se ha preocupado por la explotación científica de las minas. Se decía que las minas eran el indio, no el oro.

Pero por otro lado también podemos inferir que, como se indica en el texto madre, hace relevancia el actuar de los virreyes que militaban en la penínsulas con el objetivo de tener una ideología progresista, donde se establecerá el comercio, abrirá caminos y demás proyectos en los cuales tendrán un mayor equilibro en todos los sentidos.

En consonancia con lo anterior, y basándonos en el mismo, se empezara a cristalizar el fin de esta entrega. Entonces en primer lugar, inferimos las primeras muestras de rebeldía frente a la corona española.

El 16 de marzo de 1781 salio a relucir Maria Manuela Beltrán que es una de las más afectadas en lo concerniente a los tributos impuestos por la realeza, que se reflejaban en el Edicto que se tenía como un documento de mucho respeto. Manuela Beltrán arranco tal Edicto de la pared gritando de manera desaforada “viva el Rey y muera el mal gobierno”. Esta expresión desde una perspectiva de carácter personal. Se refiere a que el pueblo apoyaba la idea de estar supeditados a una corona, en este caso la española, por el motivo de que con ese poder soberano podrían beneficiarse, y de igual forma asumir una aceleración en cuanto al desarrollo. Pero colateralmente, el pueblo no consideraba prudente la idea de asumir drásticas decisiones por parte de la corona en contra del mismo. Por eso es que podemos ver el alzamiento de la plebe.

En consonancia con lo anterior algunos investigadores han afirmado que es el principal antecedente, lo elaborado por Manuela Beltrán, porque nadie se había arriesgado de desafiar en el Reino de Granada a la Corona Española, y por lo tanto es allí donde nace el movimiento comunero.

Entonces aparece en la plaza un tumulto de personas, mas precisamente artesanos y comerciantes, gritando en consignas más de dos mil reclamantes dirigidas al superior funcionario de tal villa, donde se agolparon frente a la residencia del alcalde José Ignacio de Angulo y Olarte.

Desde ese día se notaba a simple vista que por primera vez la autoridad española representada en el Edicto estaba siendo vulnerada y en términos más concisos, la autoridad española estaba siendo humillada y quebrantada por medio de los súbditos alzados en mandatos hacia esa forma de gobernar.

En este escenario, la Villa del Socorro, apareció el visitador Gutiérrez de Piñeres, atestado de nuevos impuestos y monopolios, la extorsión de los recaudadores y alcabaleros, las arbitrariedades de los guardas de rentas, el establecimiento del estanco del tabaco, el impuesto de Barlovento y de mas, y los hechos de opresión social y necesidades insatisfechas que obraron como detonantes internos de la revolución.

En consonancia de lo anterior haremos una breve inferencia acerca del visitador regente. A cada Virrey innovador que aparece se le ligan las manos, es decir, lo limitan colocándole al lado un visitador regente, que toma a su cargo el manejo de la Real Hacienda, y que desde esta perspectiva, el visitador hace mas gobierno que el virrey. Y en términos más amplios, una de las funciones principales del visitador regente es la de buscar el perfeccionamiento de los métodos feudales del tributo, para presionar así, al indio, sin compasión.

El Visitador regente, Don Francisco Gutiérrez de Piñeres fue encargado de hacer efectivos los nuevos impuestos; pero obró con notoria falta de tacto y provocó la protesta airada de los pueblos en casi todos los confines del Virreinato de la Nueva Granada. En 1778 llegó a Santa Marta como regente y visitador del virreinato de Nueva Granada. Puso en marcha un plan para aumentar los impuestos, ya mencionado primariamente, a pesar de la negativa del virrey Flores, lo que motivó la ya mencionada, revuelta de la plebe.

Esta comunidad denominada los comuneros decidieron elegir como representantes de la misma, a los personajes mas destacados de la región, a los principales comerciantes como fue en el caso de Juan Francisco Berbeo, entre otros. A estos líderes se les afirma que no eran de una gran confianza, pero que de igual forma esta comunidad comunera tomo rumbo hacia la capital del Reino de Granada con la intención, en primer lugar, de expulsar al visitador Gutiérrez de Piñeres y en, segundo lugar, la derogación de los impuestos determinados por la Corona Española. Al otro día de la revuelta en la plaza, se comenzaron a presentar revueltas en pueblos circunvecinos como por ejemplo en Simacota, San José de la Robada, Confines, y otros municipios respectivamente.

Algunos ilustres abogados aseveran que en la Villa del Socorro se crea la primera Constitución o derecho, donde el pueblo comunero redacta las treinta y tres capitulaciones la cual consistía en lograr llegar a Santa fe y ponerle de antemano al Gobierno de que ellos querían la rebaja a sus impuestos, no a la esclavitud, entre otros. En esta comunidad se logra agrupar entre 15 mil y 20 mil hombres según indican los historiadores.

El día 18 de Abril de 1781 se reunieron 14 mil hombres, algunos de ellos pertenecientes a pueblos circunvecinos para proclamar los miembros del Supremo Consejo de Guerra, donde salieron a relucir los nombres de Juan Francisco Berbeo, Salvador Plata, entre otros, elegidos por ser los mas notables personajes de las regiones circunvecinas.

“Juan Francisco Berbeo fue comandante general de los Comuneros. Juan Francisco Berbeo fue el comandante general de las masas comuneras en su movimiento del Socorro hacia Zipaquirá y Santa fe de Bogotá. Hijo del español Justino Berbeo, natural de Oviedo y de doña Juana María Moreno, su familia era de la élite socorrana, pero no tenía gran riqueza. Se casó dos veces: la primera con doña María Blasina Montenegro, con quien tuvo cinco hijos; y en 1771 contrajo segundas nupcias con doña Bárbara Rodríguez Terán, con quien tuvo una hija, María Josefa. Entre sus descendientes se cuentan el presidente de la República Alberto Lleras Camargo y el historiador de los Comuneros, Pablo Enrique Cárdenas Acosta. Su fortuna era modesta, tenía una casa en la plaza principal del Socorro y dos fincas con esclavos. No era un negociante exitoso, ni tampoco fue un gran rico. Berbeo era muy respetado en el Socorro, pues era su jefe natural. Tenía fama de hombre valiente y decidido, que inspiraba confianza, tanto para los criollos, como para las masas socorranas. Tenía alguna experiencia militar adquirida en campañas contra las tribus aborígenes de carares y yaregüíes. Había hecho viajes frecuentes al interior del país, a Venezuela y el Caribe. Tenía numerosas amistades en Santa fe de Bogotá, entre ellas, don Francisco de Vergara, regente del Tribunal de Cuentas. Era diestro jinete. En 1781, Juan Francisco Berbeo y Salvador Plata eran los ciudadanos más prominentes del Socorro, y eran, además, regidores del cabildo; por eso los socorranos los tuvieron en cuenta como sus dirigentes en el movimiento que estalló en el Socorro el 16 de marzo de 1781. Berbeo murió en el Socorro, en el año 1795”.[1]

Como general de los insurrectos fue elegido Juan Francisco de Berbeo, ya mencionado anteriormente, en asocio de Salvador Plata, Antonio Monsalve, y Francisco Rosillo, quienes constituyeron la junta llamada “El Común” donde vino el nombre de “Comuneros”.

Estos revolucionarios para poder llegar a la Capital tuvieron que seguir por el puente Bolívar, Tunja, Zipaquira. A Juan Francisco Berbeo lo nombran comandante General del Estado Mayor el cual agrupa a 700 oficiales, a 1600 suboficiales, etc. Los comuneros en cada municipio que franqueaban, convencían a más gente de sublevarse frente a la corona.

Por lo anterior la Real audiencia comenzó a preocuparse por los actos que realizaban reiteradamente los revolucionarios, porque como ya se dijo antecedentemente, se unían cada vez mas personas a la causa.

Cuando la noticia acerca de esta revolución llega a la Capital empezó la mayor de las preocupaciones y por lo tanto se iniciaron medidas drásticas. Estas medidas fueron las de defender la ciudad y por lo que se creo una brigada en la que surgió un gran personaje con el nombre de Don Antonio Nariño que años mas tarde jugaría un papel fundamental.

Según los investigadores, los comuneros al dirigirse a la capital en el puente real, hoy llamado Puente Nacional, éstos encontraron con la pequeña tropa enviada desde Santa Fe a órdenes de José Osorio y del capitán Joaquín de la Barrera, quienes no pudieron interrumpir el avance de los revolucionarios y, mientras el regente Gutiérrez de Piñeres salía en precipitada marcha hacia Cartagena de Indias. En esta batalla salio a relucir el protagonista José Antonio Galán, el cual salio a relucir en la misma y que comedidamente fue asignado, posteriormente a la victoria, como Capitán volante. Fue el que mas se destaco en la batalla del Puente Real.

Como se dijo anteriormente, al saber sobre el fracaso de las tropas realistas, Gutiérrez de Piñeres huye despavoridamente de la Capital. Donde el Ejército comunero sigue avanzando con un gran numero de integrantes.

El 23 de Mayo aparecieron los comuneros en Nemocón donde José Antonio Galán declara libre de tributos a los indígenas, despojo de sus armas a las fieles realistas de la región y los instruye para que le den información entre la capital y Facatativa. El 26 de Mayo se ocupa de Zipaquira.

“José Antonio Galán fue un líder santandereano de la insurrección de los Comuneros en 1781. José Antonio Galán es una de las figuras más recordadas de la historia colombiana, debido a su ejecución por las autoridades españolas y a que su memoria se ha perpetuado como símbolo de la lucha de los grupos sociales más débiles de la sociedad colombiana. Nacido en Charalá, un pueblo tabacalero de la provincia del Socorro, su origen era humilde, tanto por ser hijo de campesinos como por su color mestizo, un grupo socio-racial cuantitativamente predominante pero de segundo orden en la pirámide social del siglo XVIII. Galán apenas aprendió a firmar. Casi toda su vida la dedicó a trabajar como jornalero, pero no llegó a poseer tierra propia; cuando el alcalde de Charalá quiso cumplir con el punto de la sentencia que ordenaba embargar su casa y regarla con sal, debió comunicar a las autoridades de Santa fe que en su jurisdicción no se había encontrado «el importe de un cuartillo, ni menos que José Antonio Galán tuviese casa ni domicilio formal en ésta». Es poco lo que se conoce de la vida de Galán antes de 1781; tan sólo que se casó y que fue condenado por las autoridades a pagar el servicio militar en el Regimiento Fijo de Cartagena, acusado por su esposa de haber cometido incesto con una de sus hijas. Galán negó la acusación pero reconoció que «tuvo sugestiones del demonio y algunos tactos lascivos con ella, que en lo demás todo es falso cuanto se dice». No se conocen las circunstancias en que Galán se vinculó al alzamiento del común, pero el haber sido nombrado suboficial en el ejército del Común, indica que debió tener alguna ascendencia entre los círculos plebeyos que se vincularon al alzamiento. Por lo general, los sectores sociales prominentes de la región socorrana se parapetaron en la dirección del movimiento tras los cargos de capitán, permitiendo que los jefes naturales de la plebe se colocaran como suboficiales para garantizar la cohesión y la obediencia de la tropa. Galán fue ascendido a capitán volante luego de la escaramuza de Puente Real, el 7 de mayo de 1781, cuando las tropas comuneras dieron cuenta de un pequeño destacamento realista que trató de impedir el avance del ejército del Común hacia Santa fe. En el ascenso a ese puesto, que significaba el permanente desplazamiento territorial y la calidad de agitador, influyó la experiencia militar adquirida por Galán en su estadía en Cartagena y su manera de imponer orden y disciplina a los combatientes durante al asalto a Puente Real.”[2]

José Antonio Galán no se encontraba en el Puente del Común, que es cerca de Zipaquira, cuando si firman las famosas capitulaciones con el arzobispo Caballero y Góngora. Que trae como consecuencia que Galán prosigue con la lucha, pero que éste ya no contaba con las fuerzas que acompañaban a Berbeo. Entonces Galán cuando intento agrupar gente para su ejército, todo el mundo ya habia regresado a sus casas y por lo tanto no quería saber más de nada de luchas y batallas. En consonancia con lo anterior José Antonio Galán fue arrestado junto con otros compañeros y ejecutado en la Plaza Mayor de Santa fe.

Acorde con lo antepuesto indicamos que es base para que dicha revolución tenga tan importante influencia en la historia colombiana, ya que sin ella, de un punto de vista crítico, no se hubiera podido adquirir en esa época la independencia sino que hubieran transcurrido más años supeditados al poder soberano de la corona española.

De igual forma aparte de reclamar contra los nuevos impuestos, los comuneros pedían que se rebajaran los precios del aguardiente y del tabaco, que desde entonces constituían las principales rentas y se administraban directamente por las autoridades como monopolio del fisco real. Así como sucedió en Antioquia con los comuneros de El Guarne , con los de Sopetrán y Sacaojal, quienes pedían también el libre cultivo del tabaco.

Entonces como consumación del presente escrito podemos decir que la Revolución de los Comuneros fue el principal detonante para que el pueblo se revele frente al mal manejo que se estaba presentando por parte de la Corona. Y de igual forma indican que mucho antes de estallar la guerra de independencia había en el pueblo un fenómeno de rebeldía y un deseo de emancipación que condujo a una de las mas grandes revoluciones que han podido existir en América, y que en concordancia con lo mencionado anteriormente, la revolución y la libertad del pueblo que persiguió Simón Bolívar no hubiera sido posible sin este gran acontecimiento.


[1] http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/berbjuan.htm

[2] http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/galajose.htm