viernes, mayo 18, 2007

La contradicción de una vida (Arciniegas) Corredor

LA CONTRADICCIÓN DE UNA VIDA

Por Angélica María Corredor Velásquez

Dentro de los múltiples relatos que se han hecho sobre la conquista de América, es sin duda, esta nueva e interesante visión, un aporte fundamental para ponernos más de cerca en la vida de hombres con extraordinaria personalidad, como Cortés, los Pizarros, Alvarado, Belalcázar o Quesada. Esta es la fascinante demostración hecha por German Arciniegas.

Entre los miles de aventureros, en su gran mayoría de bajos recursos, holgazanes que pretendían echar a la suerte su destino, algunos perseguidos por la justicia o la necesidad, otros mercenarios sin empleo, en síntesis gente que el descubrimiento del nuevo mundo era la gran oportunidad de hacer fortuna, venía extraviado un verdadero caballero, que tenía un fuerte apego por la justicia, era abogado, historiador y letrado. Este quien Fundó la capital de nuestra nación y descubrió un Nuevo Reino de Granada, es el verdadero Quijote de América: Gonzalo Jiménez de Quesada.

Quesada ha sido más que un conquistador, un descubridor. El ha sabido callar, silenciar el esfuerzo, inclinar la frente, para oír las voces del indio, para descubrir los secretos de su corazón. Pero la realidad de la vida americana coloca a los descubridores en lechos de miseria, y a los conquistadores les ensoberbece y enceguece.

Basándome en el libro El Caballero De El Dorado, escrito por Germán Arciniegas, destacaré los aspectos fundamentales de la vida de nuestro Quijote, haciendo gran énfasis en sus actuaciones, pensamientos, resoluciones, contradicciones y por supuesto en la relación que el autor hace al convertirlo en: “el caballero de el dorado” y “padre de Don Quijote”. También resaltaré un tema muy importante como lo es el viaje de Quesada a España después del descubrimiento del nuevo reino, pues eso trajo cambios radicales para la vida de nuestro legislador.

Quesada y el Dorado:

Ciertamente el Dorado fue una invención de los aborígenes para encantar a los hombres blancos de todo el mundo, salir de ellos y sacárselos de encima, pues al ver los indígenas que el interés inmediato del conquistador era el oro inventaron el truco que habría que servirles para librarse de los ambiciosos intrusos. El oro le costo la vida a cientos de ejércitos, pero Quesada (letrado y escritor) se transformó en el Caballero de El Dorado, ya que intentaría llegar hasta donde se encontraban enterrados los más grandes tesoros, por lo tanto ya había en él algo de locura se ese futuro personaje “Quijano” o “Quijada”, más exactamente conocido como Don quijote, Uno y otro frutos de las más fabulosas utopías que acabaron convirtiéndose en el reino de verdad.

Es en América donde convergen los elementos preponderantes para la lucha entre indios desnudos pero con la riqueza que les da el oro y españoles fuertes con ganas de apoderarse de lo que creen les pertenece; se creó ciertamente un embrujo en todo aquel que venía a América, ya que así se vieran flechado por los indios y atacados por sus compañeros, siempre regresarían por más infierno que esta tierra podía parecer.

En la mente de Quesada se resuelven pensamientos ambiciosos, él sabe que si da con tierras ricas, que si conquista un reino, se alzará con el mando, le dará la espalda al gobernador, será él mismo gobernador, y tendrá muchas riquezas. Se da entonces una lucha incansable en busca del oro

Son muchas las luchas que enfrentan los aborígenes para no ser maltratados por los conquistadores, pero que se presentan como un intento fallido por defender lo suyo, sus tierras, sus pertenencias, su manera de ser y desenvolverse en el mundo, es quizá una derrota anunciada. Estas personas inocentes, que no saben a lo que se enfrentan, que con tan solo lanzas y flechas emprenden una guerra perdida.

En circunstancias indeseables se enfrentan unos a otros y se dictan medidas crueles, orientadas por una mente llena de ambición y liderazgo como la de Quesada, quien dispone de soldados y de la vida de los mismos, es aquel quien comete horribles crímenes y que va a hacer lo posible por encontrar más de su tan anhelado tesoro.

Quesada en una de sus aventuras, al ver que sus soldados - cansados de pelear con los indios, muertos del hambre, con una vana ilusión de regresar a su tierra – tenían el deseo de fugarse e irse de su lado, toma la decisión de redoblar la vigilancia para impedir esto; y publica por bando que castigará con pena de muerte a quien mate un caballo. Los soldados también estaban dispuestos a comer carne humana, al compañero muerto lo volvían pedazos que iban a parar a la caldera para saciar el hambre y recobrar fuerzas.

Nuestro conquistador era enérgico para imponer las leyes, cuando llegaba a tierra llana, no permitía ninguna burla a sus fueros militares, y pretendía que todo se moviera como por magia. Una muestra de su dureza, firmeza y carácter es la siguiente: un día Juan Gordo -un soldado- decidió apartarse del campamento que habían hecho los españoles para ir a comer de la carne de un caballo muerto por allí, desafortunadamente fue visto por un indio quien lo delato ante el general; Quesada a sabiendas que Gordo era uno de sus favoritos, no tuvo compasión y mando a que se le ejecutara.

Otro ejemplo trascendental para mostrar la cólera de Quesada, fue la vez que Lázaro Frontes decidió acusarlo ante el rey por ocultar esmeraldas para no pagar los quintos, el afectado al enterarse lo atrapo y le dijo: ”con que yo me robaba los quintos del rey, y con que tu me ibas a denunciar, grandísimo bellaco” y utilizó sus artimañas para que a este hombre se le decretara exilio lo cual era una verdadera sentencia de muerte, pues caer desarmado en comarcas de indios bravos era ir derecho a la muerte.

Lo único que pasaba por la mente de este admirable capitán de alzados era que lo que realmente necesitaba el ejército, era orden: que se obedeciera a una persona, y quién mejor que él para establecer el orden y para pensar por toda la tropa y así establecer sus designios.

La fundación del nuevo reino, el regreso a España y el paseo por Europa:

Quesada escoge un punto -bogota- para establecerse y afianzar su poder, la ciudad que así se funda se llama Ciudad Nueva Granada, que a ultima hora se le designó un nuevo nombre: Santa fé de Bogotá.

Nuestro fundador habiendo atrapado gran cantidad de oro, decidió emprender un viaje de regreso a España, con la esperanza de recibir grandes títulos por la corte y de mostrar toda la fanfarronería y el donjuanismo que por esos días lo caracterizaban. Lleno de ambición, como es natural, tenía la esperanza de que se le diera la gobernación del nuevo reino, pero Alonso de Lugo le ganó de mano y entonces Quesada le propuso la compra de la gobernación y este accedió a vendérsela, lo cual no fue aprobado por la Corte.

Mientras Quesada repartía su tiempo en divertirse y en suplicar a los reyes para que le hicieran justicia, contra él se levantan en la audiencia una montaña de papeles. En santa marta, en santa fe, en la corte, los escribanos se pasaban los días y las noches llenando fojas de acusaciones contra él, entre las cuales vale la pena resaltar las siguientes:

  • Un soldado de santa marta le acuso criminalmente porque alguna vez le metió a la cárcel, le puso en vergüenza pública y le hizo dar cien azotes.
  • Tuvo malos tratamientos con los indios haciéndoles muchas y crueles muertes, robos y fuerzas, tomándoles sus haciendas y labranzas.
  • Había quemado muchos pueblos y por su crueldad estas tierras fértiles y abundosas se habían ido despoblando.
  • Habiendo obtenido mucho oro y esmeraldas, no lo manifestó a los oficiales.
  • No repartió bien el botín, nada le dio a los soldados.
  • Dictó instrucción secreta para que se buscasen tesoros.
  • Fue cruel con Juan gordo, a quien ahorcó, y con Lázaro Fronte, a quien desterró.

Es así como don Gonzalo, se fugó camino a Francia, dado que en España lo buscaban porque la reina había ordenado su prisión. Luego se aburre de estar ahí y parte para Italia donde permanece varios años, y después se va para Portugal.

Pensó de nuevo en América: “esta Europa es un mundo podrido, cruzado de envidias y miserias, quizás en América sea peor, o mejor, pero al menos ahí permanece el sueño del dorado”. Quesada pasa luego a España.

Es preciso, para apreciar la estadía de Jiménez de Quesada en España, después de la conquista del nuevo reino, colocarla entre dos hechos que sirven para medir toda la miseria que se pone delante de sus ojos.

1. La prisión, las multas que le fijan los ministros del rey, y todas las acusaciones.

2. la oferta que le hace su tío del leprosorio, cuando regreso a España Lugo de haber pasado 8 o 9 años de su vida rodando por Europa.

Propuesta para un buen gobierno:

Quesada al ver su tan mala suerte y ya en la cumbre de sus 50 años, va pintando a su rey la vida en América, y le indica las normas que él juzga necesarias para un buen gobierno. Se trata de una obra admirable, ahora se ve el juicio de un hombre que mide el valor de las acciones humanas y que sabe apreciar la condición de los indios. Aplica las elocuentes lecciones de su vida y se convierte en un hombre austero y sencillo.

De todo cuanto escribió Quesada no llegarán a la posterioridad sino dos obras completas: su defensa de Carlos v y sus indicaciones para el buen gobierno de nueva granada, en esta última se compendian todas sus experiencias de gobernante, sus reflexiones políticas, su discreto estudio de la realidad, hay una sencilla explicación de la vida americana.

Su consejo tiene dos fases: de un lado esta el hombre de estado, el que penetra en los complejos asuntos de la economía y la política Y del otro, el buen cristiano.

Sus indicaciones parten de un supuesto humilde: que él habla en primer termino como uno del pueblo y sólo en segundo termino como capitán y conquistador del nuevo reino, como uno del pueblo ha visto por donde suelen cometerse injusticias en América, burlarse la justicia, explotarse a los indios hasta matarlos y despoblar la tierra. Entonces le pide al rey:

1. Que haya iglesia segura en santa fe, erigiéndola en obispado y haciendo que el obispo resida siempre en el nuevo reino.

2. Que haya órdenes regulares para ver si ellas cumplen con más celo los trabajos apostólicos.

3. Que se confirme la partición hecha de los pueblos. Que los repartimientos de los indios se perpetúen, para fijar en alguna forma lo que pudiéramos llamar el primer mapa de la propiedad en el nuevo reino.

4. Que se forme un padrón exacto de lo que cada cacique haya de pagar como tributo.

5. Que se deje a los indios que saben mejor de la explotación de las minas y esmeraldas que los españoles, y propone que las piedras se pongan en almoneda y que el quinto se tome ad-valorem de lo que produzca el remate.

6. Que la corona no debe reclamar el quinto de los productos sino una décima parte “el diezmo”.

7. En lo que se refiere al maltrato de los indios: que se le encomienden, aliviándoles de excesivos tributos, y de hecho irá a ser un defensor en el nuevo reino, pues solo se han visto tremendas iniquidades: “se han hecho muchos malos tratamientos a los indios así de muertes como de robos y acortamientos de miembros, todo a fin que se les diese oro y piedras y por esta causa se han despoblado muchos pueblos y matado muchos indios”.

8. Prohibir a los españoles que visiten pueblos de indios que no les estén encomendados, si han de ir a pueblos que lo hagan en compañía de algún alguacil o justicia del reino para que les vigile.

9. Que ningún indio debe tener perros, sino fuere tan solo el cacique.

10. Es preciso que quienes no se casen pierdan el repartimiento, cláusula que acabara por volverse contra él.

11. Se extiende en mil cosas que los españoles hacen en contra de la justicia, en los aranceles que arreglan a su manera, en el peligro de que la real audiencia se meta en asuntos que no son de su competencia.

12. Que al nombrar los alcaldes ordinarios, no puedan entrar en las suertes que se hacen para elegirlos: “ningún oficial, ni persona ninguna que tenga titulo ni otra persona alguna poderosa ni que tenga oficio de justicia alguna”.

De esta forma consigue que el rey lo nombre mariscal del nuevo reino. El gran conquistador, que tuvo por delante el escenario casi fabuloso en que se desarrollo el descubrimiento del nuevo reino, le toca, regresar ahora a ser el espectador de una vida sencilla y picaresca. Sin duda es la mayor contradicción a que puede llegarse en una vida.

Expecto resurrectionem mortuorum y el hijo de Quesada:

Quiso el fundador de santafé, y así lo declaro en su testamento, que sobre la piedra que cubriese sus huesos no se pusiera su nombre, sino esta leyenda latina: expecto resurrectionem mortuorum (espero la resurrección de los muertos) - Gonzalo Jiménez de Quesada muere en Mariquita en 1579-.

Germán Arciniegas realiza algo sorprendente y es hacer una relación entre Quesada y el Ingenioso Hidalgo Don Quijote De La Mancha, pues nos dice que cuando aquel estuvo vagabundeando por España, tuvo un hijo: Don quijote

Cuando muere Gonzalo, llega a España miguel de Cervantes que había estado cautivo en Argel, y se dirige a la corte en busca de empleo; y entonces hay un impulso natural en él que lo mueve a entrar en la familia de los Quedadas. El destino lo lleva a casarse con catalina de Salazar, que es una pariente de Gonzalo.

El hecho es que Cervantes no logra embarcarse para América. El héroe de su libro ha de ser un héroe que pueda moverse dentro del escenario que le es familiar a Don Miguel. De todos los Quesadas él no puede retratar sino al que se quede en España: al fantástico heredero del dorado. De aquí que sea Don Alonso el protagonista del quijote - Un sujeto, mitad hijo de la fantasía, mitad espejo en donde se mira esa vida tan soñadora y humana del autentico Don Gonzalo – “Don alonso exaltará hasta la locura las virtudes de su padre, pero el espíritu será el mismo”.

Nos dice el autor: “pero el Quesada que conmueve por sus locuras y su piedad, por su grandeza y sus miserias, es don Gonzalo, espejo del quijote. Si Cervantes fuera a América, allí escribiría su quijote, pero en vez de llamarlo don Alonso le llamaría don Gonzalo”. “Unos 15 años después de que Gonzalo se muera suponga que Cervantes se encuentre con alonso en cualquier parte y que empiecen a dialogar sobre su vida aventurera”.

Es indiscutible que ningún otro conquistador paso los trabajos que Quesada pasó, ninguno fue tan duramente mordido por el desencanto y las tristezas, ninguno murió más pobremente, ni más viejo y sufrido, a la sombra de tejas que no fueron suyas, todo esto deviene de lo que él mismo dijo: “espero la resurrección de los muertos”, ahora su epitafio está cumplido, se renueva su vida en la de su hijo que nunca habrá de marchitarse.

En opinión personal creo que no hacia falta tan extrema comparación pues en la mente de todos los colombianos está la idea de un gran luchador y conquistador, que no será borrada por el paso del tiempo mientras exista un mínimo gesto de agradecimiento, lealtad y patriotismo.

Conclusión:

Para finalizar quisiera decir que El Caballero De El Dorado es una excelente obra que mas allá de mostrarnos la vida de un gran personaje como lo fue Jiménez de Quesada, nos muestra la magia, la fantasía, la lucha, el entusiasmo de un hombre dispuesto a liderar por sus conocimientos y virtudes, pero que desgraciadamente la vida le jugo una mala pasada y termino como muchos después de no conseguir lo que tanto anhelaban.

Esta obra es maravillosa por la curiosa y sorprendente identificación que Arciniegas hace a Jiménez, considerándole como un equivalente americano del otro Quesada, pues lo convierte en un personaje de ficción pariente de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote De La Mancha” y también por caracterizarlo como “El Caballero De El Dorado”.

También es preciso decir que El Caballero De El Dorado es una interesante obra que vale la pena leer, pues nos enseña una nueva visión de la conquista que se realizo en parte de América por los españoles y nos lleva hacia el pasado haciéndonos recordar el sufrimiento y dolor de una raza que no pudo defenderse ante el ataque de los fuertes invasores.

Bibliografía: